Alejandro : Paciencia .... Con Acción
Friday, July 29, 2005
IGNACIO INFLUENCE ( Cuento de mi hijo, Ignacio Cuevas Ebensperger, al tener 5 años )
La MaratónEn una fría tarde de invierno del año 2004 comenzaban los juegos olímpicos escolares en la comuna de Las Condes. Durante el primer día habían competido los números en la categoría de los cien metros planos, siendo ganador el número “1”. El segundo día, jugaron la final de basketball el equipo de las “vocales” y el de las “consonantes”. Luego de un dramático partido, las “vocales” ganaron 100 contra 99, y por lo mismo, ganaron medalla de oro. Durante el tercer día, el equipo de las letras “minúsculas” ganaron al equipo de las “mayúsculas” en la final del hockey césped.Así se desarrollaban y seguían los fantásticos juegos olímpicos. Los estadios estaban llenos de público. Los periodistas corrían desesperados para entrevistar a los ganadores y por televisión transmitían todas las competencias.En el torneo de salto alto ganó la letra “T” porque al parecer era la más alta; y en natación, los números “5” y “7” llegaron empatados a la meta.Al fin llegó el último día de competencia y con ello, la prueba atlética más esperada, la maratón. Ésta consistía en una carrera de cuarenta y dos kilómetros de trayecto y en este año le correspondían participar a las letras del abecedario. Todas ellas se habían preparado por largo tiempo para llegar en las mejores condiciones físicas a la principal competencia de los juegos olímpicos.Eran las nueve de la mañana y el juez de partida disparó su pistola para que las letras comenzaran a correr. La letra “C” tomó la delantera, pues corría demasiado rápido, pero ya a los cinco kilómetros se cansó, siendo sobrepasada por las letras “M”, “N”, “A” y “K”. Estas cuatro letras eran las mejor preparadas, aunque siempre las letras “E”, “B”, “D” y “F” se mantenían corriendo muy cerca de ellas. Llamaba la atención que, aunque corría muy bien la letra “Z” siempre se mantenía en último lugar. Como esto siempre era así, la gente que observaba la competencia se empezó a burlar y a reír de la letra “Z”. Le decían que corría lento, que no servía y que mejor se retirara, pues si llegaba última al gran estadio, que era donde estaba la meta, ahí si que la gente se iba a burlar de ella. La letra “Z” seguía corriendo, y aunque se ponía triste porque se reían de ella, seguía participando con mucho entusiasmo.Quedaban aún dos kilómetros para que las letras que comandaban el grupo llegaran a la meta. El estadio estaba lleno de un público expectante con muchas banderas y papel picado esperando a los ganadores. Como ya quedaban solamente doscientos metros de la carrera, las tres letras que competían por los primeros lugares comenzaron a correr más rápido que nunca. Iban casi juntas, pero luego de un último esfuerzo, logró llegar en primer lugar la letra “A”, segundo la letra “B” y tercero la letra “C”. Luego de esto comenzaron a llegar el resto de las letras participantes, todas muy cansadas y agotadas. Las últimas en llegar fueron las letras “W”, “X”, “Y” y mucho más atrás, la letra “Z”. Mucha gente empezó a reír y a burlarse de estas letras, y sobretodo de la letra “Z”. Le gritaban que era lenta, floja y que se dedicara a otro deporte. A la letra “Z” no le importó y dignamente y el último lugar terminó de correr.Llegó el momento de la premiación. La letra “A” ganó la medalla de oro, la “B” la de plata y la “C” la de bronce.Los jueces de la carrera, sin embargo, se encontraban muy preocupados, ya que se habían dado cuenta de cómo la gente se había burlado de la letra “Z” y no querían que ella se pusiera triste, así que la llamaron y le preguntaron cómo se sentía. Grande fue la sorpresa al escucharla decir que estaba muy feliz. Los jueces le preguntaron: “¿Cómo puedes estar feliz si llegaste última y además se burlaron de ti?”. La letra “Z” contestó que ella siempre se mantenía en último lugar porque así protegía y ayudaba a las letras que se caían, o se lesionaban ose cansaba mucho al correr. Como ella era la última, si le pasaba algo a alguna letra, ella siempre iba a estar para ayudarlas. De hecho, en el transcurso de la maratón, cuando la letra “S” se cayó, la única que la ayudó a levantarse fue la “Z”. También ayudó a la letra “P” cuando se dobló un tobillo, tomándola en brazos para llevarla a la ambulancia. Las letras “N” y “R” se deshidrataron dado al calor que hacía y por esto la letra “Z” les dio mucho líquido para que se recuperaran. La letra “Z” dijo: “por eso me siento feliz...a nadie le pasó algo malo y siempre pude ayudar y proteger a las que tuvieron problemas.”Cuando los jueces terminaron de escucharla y corroboraron con las otras letras lo que había hecho la letra “Z”, con mucho orgullo decidieron frente a todo el público del gran estadio, otorgarle la medalla de honor, máximo trofeo del certamen.
Ignacio Cuevas E.
Kinder A
Colegio P. De Valdivia
Junio del 2004
Posted by Alejandro Cuevas Arriagada ::
7/29/2005 03:17:00 am ::
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