Alejandro : Paciencia .... Con Acción
Sunday, April 24, 2005
HACE 4 AÑOS ....Santiago Suma(ba) Aniversarios, pero También Problemas
Según especialistas un rápido ritmo de vida, irritabilidad constante y cuadros de depresión caracterizan a los capitalinos. Mientras que un transporte desordenado, falta de espacios recreativos, pocas áreas verdes serían las deficiencias de la ciudad.
Mientras el alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, planteó ayer durante la celebración de los 460 años de Santiago que la capital tiene todo para convertirse en una ciudad moderna con buena calidad de vida, diversos analistas abordaron los conflictos que actualmente tiene la urbe más poblada de Chile.En su discurso, pronunciado en la Plaza de Armas, el edil esbozó los desafíos que tiene la capital y los problemas que presenta la convivencia en la ciudad resaltando que la diversidad existente en la capital debería traducirse en la construcción de una entorno que permita acoger a los distintos habitantes que la conforman.Lavín manifestó que Santiago tiene todo lo necesario para convertirse en la capital más moderna y con mejor calidad de vida de toda América Latina, pero aún existen varios problemas por superar."La mayor diferencia del Santiago de antaño con el de hoy es que antes los vecinos se conocían, y con el desarrollo se han vuelto más impersonales y la comunidad se ha transformado dramáticamente de una ciudad en la que las personas convivían a una donde ya no se conocen", señaló.De acuerdo a la versión del alcalde, nuevos sistemas de transportes, paseos, barrios protegidos y un comercio revitalizado convertirán a la ciudad en un lugar donde las personas se sientan cómodas.Los Desafíos delGran Santiago Al igual que el alcalde Lavín, diversos analistas entregaron sus visiones sobre la personalidad del santiaguino, los principales problemas de la ciudad y los desafíos que se le presentarán a las autoridades en el futuro.Respecto de la personalidad de los capitalinos, el siquiatra Alejandro Cuevas del Centro Neurosiquiátrico de Santiago, afirma que una de las características del santiaguino es que se obsesiona por cumplir y tiene tendencia a la depresión, lo que a veces tensiona algunas de sus acciones, por lo que vive sobrepasado por la competitividad.Cuevas define a Santiago como una de las capitales donde existe mayor presencia de enfermedades tales como la depresión y la ansiedad, males que se agudizan con el constante intento de adaptación que requiere una persona para mantener el ritmo de vida cotidiano en las grandes urbes."Aquí los habitantes tienden a sobrevivir más que a vivir. El intento de responder a las expectativas va creando transtornos de pánico, fobias y patologías como úlceras y colon irritable", afirma el siquiatra.La tendencia a la depresión - asegura Cuevas- tiende a manifestarse en la pasividad afectiva de las personas en la calle, donde nadie busca interectuar con los demás.Según el profesional, es positiva la capacidad de adaptación que tienen los capitalinos, pero ésta no debe ser sobreexigida, por lo que son favorables las instancias de distracción y relajo.La historiadora y socióloga Francisca Ortega Frei considera que una de las limitaciones del santiaguino es que tiende a ser "muy centralista y no mira más allá de su entorno".Para la historiadora el problema de la contaminación y la falta de espacios recreativos para la gente son los principales causantes del empobrecimiento de la calidad de vida de los capitalinos.Según Francisca Ortega, no se están haciendo esfuerzos por integrar a los distintos segmentos socioeconómicos que conviven en la ciudad sino al contrario."Cada día vive más separada la clase alta, de la media y de los más pobres. Se abren espacios especiales para los más pobres pero no se los integra", dice.Además, estima que el problema de la falta de tiempo en Santiago afecta las relaciones sociales, pues se reducen los momentos de relajo junto a familiares y amigos.Respecto de la incidencia de la falta de espacios y la urbanización en la convivencia, el arquitecto Ramón del Piano señala que a partir de los años 40 la ciudad creció de forma explosiva lo que se tradujo en un forma de construir desordenada y cortoplacista.A su vez, plantea que la inexperiencia en administración territorial ha hecho que hoy tengamos a 5 y medio millones de personas en 50 mil hectáreas, cuestión que - en opinión del arquitecto- es un problema para la convivencia sana."Me gustaría celebrar el bicentenario el año 2010 con más parques y no con más edificios. La mejor calidad de vida se dará cuando haya un buen ambiente urbano, cuestión que va más allá de cambiarle el color a la fachada de los edificios", enfatiza.Para el cientista político Hugo Fruhling, del Centro de Estudios para el Desarrollo, "Santiago es una ciudad altamanente segregada por clases". Este conflicto aumenta, a juicio del profesional, el sentimiento de inseguridad y la desconfianza mutua que existe actualmente.En opinión de Fruhling, el único lugar de interacción que poseen los distintos segmentos socioeconómicos es el centro, donde las diferencias de recursos quedan de manifiesto creando rivalidades.Otro de los problemas, que según Fruhling incide en la agresividad que hoy presentan los santiaguinos es el rápido decaimiento de la cultura de barrio con lo que se crean lazos muy tenues entre quienes conviven en la ciudad.Eso sí, advierte que existen señales esperanzadoras en las iniciativas que distintas organizaciones tales como juntas vecinales realizan para rehabilitar espacios públicos. Desde su perspectiva, hoy se da un renacimiento de la cultura y la participación ciudadana lo que contribuirá a superar los actuales obstáculos que entorpecen la convivencia.Para el gerente general de Paz Ciudadana, Carlos Valdivieso, son varias las deficiencias de la ciudad más poblada de Chile.Un plan de transporte desordenado, falta de espacios para el ocio y una sensación de inseguridad constante son algunas de las carencias de la capital a juicio de Valdivieso.Agrega que"el santiaguino se ha vuelto poco amable porque la ciudad, con la contaminación que presenta, la delincuencia y el transporte deficiente, le genera tensiones innecesarias".La solución parte - aclara- por consultarle a los usuarios qué es lo que quieren en torno a su espacio y adquirir una visión global para devolver a la gente la calidad de vida.
(Jorge Sanchez, El Mercurio)
Posted by Alejandro Cuevas Arriagada ::
4/24/2005 10:59:00 pm ::
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