" Solo puede añorarse lo que se tuvo y se perdió, y sólo se puede estar en la esperanza de que suceda algo cuyo suceder no depende de lo que uno haga "
Comienzo a sentir la necesidad de Dios y reconozco que soy una simple mortal. Siento la fragilidad de mi ser y la de mis hijas, es cuando la oración cobra fuerza y tiene sentido... es cuando los astros se combinan en el cielo para compartir las emociones y me siento en armonía con la conciencia del mundo. ¿Ves, porqué no es tan malo emocionarse aunque sea una emoción que llena tu alma de inmenso vacío? Y comienzo a sentir la melancolía y me lleva a lugares recónditos, inexplorados y a otros miles de veces visitados por mis pensamientos y.... siento... y siento... y siento. Y creo estar allí nuevamente, y creo sentir los besos de mi padre…ese que ya no existe. Y el nacimiento de mis hijas, y la playa en invierno, y las hojas del parque forestal en otoño. Mis hermanos, todos pequeños y sucios riéndose en una mesa llena de platos sucios..... y todo está bien porque papá y mamá están en casa. Es como sumergirse en las torrentes aguas de los pensamientos y te llevan donde ellos quieran sentir. Es lo que nos da vida! No hay nada de malo en bajonearse..... si eso es sentir.